Los propietarios de un apartamento en el centro de Madrid, Belén y Raúl, deseaban convertir su patio exterior en un espacio marcado con un estilo muy definido, agradable y práctico, en el que predominasen los colores rojos.
El estilo andaluz – marroquí deseado por los propietarios, es un tipo de decoración donde los colores vivos e intensos son el sello de identidad, los tonos en azul y rojo ayudan a crear armonía en el espacio.
En la zona de relax, se hizo un sofá de obra de diseño del propio estudio, con tejidos de Gancedo. Por otro lado, las mesas centrales están compuestas por bandejas de plata y de poca altura, perfectas para tomar el té, típicas del estilo marroquí. Es en el mobiliario exterior donde se consigue captar gran parte de la atención del ambiente.
Antes de que comenzase con el diseño de la reforma, el patio contaba con una dimensión de 36m2 (6m x 6m). Los propietarios buscaban que la estancia exterior tuviese una sección destinada para el almacenaje, una zona de relax y un pequeño comedor donde poder disfrutar de la comida al aire libre y convertirlo en un perfecto salón de verano.
Al ser un espacio totalmente diáfano había mucha libertad de actuación para acentuar el diseño andaluz – marroquí. La diversidad de texturas y formas que ofrece la cerámica permite la posibilidad de crear espacios de lo más originales, por ello, se han aprovechado los azulejos ya instalados que recuperan la esencia del estilo deseado.
Uno de los objetivos del proyecto era conseguir una sensación de paz y tranquilidad en plena ciudad, esto se alcanzó gracias a una fuente decorativa, un elemento que a la pareja le hacía mucha ilusión ya que consigue un flujo de energía positiva y armónica. ¡El placer de escuchar el sonido del agua compone un oasis de paz! Las plantas que complementan la decoración exterior ayudan a disfrutar de la belleza natural en nuestros jardines.
El resultado ha sido un pequeño remanso de paz de ensueño, captando a la perfección las peticiones de la pareja, un diseño decorativo que se ha hecho realidad.
No solo es un proyecto visual, si no que a través del olfato y del oído se ha conseguido un lugar que te aleja del ruido y del estrés de la capital. ¡El cambio ha sido sorprendente!